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martes, 20 de diciembre de 2011

LA GRAN CATEDRAL DE LIMA

UBICACIÓN

La Basílica Catedral, de Lima ocupa el lado ESTE la Plaza Mayor de Lima en la calle Gradas de la catedral, cuadra 2 del actual jirón Augusto Wiesse (ex jirón Carabaya)



 HISTORIA
La catedral de Lima fue edificada en el lugar donde estuvo el adoratorio inka del puma inti y el palacio del príncipe cusqueño Sinchi Puma, descendiente directo del Inka Sinchi Roca.
Al fundar Lima Francisco Pizarro destinó un solar a la iglesia (que el dedicó a la  Virgen de la Asunción), haciendo que Sinchi Puma renunciara a sus bienes en papel certificado por notario, para que la ocupación del sitio elegido para la iglesia no significara usurpación de dominio.
Francisco Pizarro, en 1535, puso la primera piedra y cargó, en pública manifestación de fe y humildad, el primer madero para la edificación de la iglesia (primera catedral), la cual se hizo bajo la advocación de Nuestra Señora de la Asunción, terminándose la construcción en 1538 e inaugurándose el 11 de marzo de 1540 colocándose ese día por primera vez el Santísimo.
Finalizadas las disputas entre Diego de Almagro y Francisco Pizarro y después de haberse establecido el Virreinato del Perú el Papa Paulo III, teniendo en consideración el crecimiento de la ciudad de Lima, emite una Bula, el 14 de mayo de 1541 creando la diócesis de Lima y elevando la pequeña iglesia a la categoría de catedral la cual se comienza a construir en 1542 durante el gobierno de Cristóbal Vaca de Castro. Doña Francisca Pizarro Yupanqui, la hija del fundador de Lima, aportó la considerable suma de cinco mil pesos de oro para la construcción de la nueva catedral, la cual llegó a costar quince mil pesos de oro, agradeciendo el rey de España mediante real cédula de 19 de marzo de 1
                                                                                                                                                                                                                                                    Con los cambios introducidos por el pacificador don Pedro de la Gasca para darle mayor prestancia, la nueva iglesia (segunda catedral) iniciada por Cristóbal Vaca de Castro es inaugurada, en 1552, por el Arzobispo Jerónimo de Loayza. Esta era una edificación pequeña -de 9 x 19 m.-, muy modesta y estrecha y para sus cimientos se trajo piedra rojiza de una cantera de Lunahuaná. El nuevo templo pasó, después, a tener como patrono a San Juan Evangelista.

UNA CATEDRAL DE GRANDES DIMENSIONES

Posteriormente cuando la ciudad de Lima llegó a ser Arzobispado se consideró la construcción de una nueva catedral para que esté acorde con el ascenso en status del episcopado de Lima, así como con su crecimiento poblacional. En 1564el Arzobispo Jerónimo de Loayza se decidió por un edificio suntuoso que rivalice con las catedrales más famosas de España (como la catedral de Sevilla entonces, y ahora, la mayor de España), con lo que comienza un cambio en las dimensiones. Este cambio se inició con la demolición de los primitivos muros de adobe pero la construcción nueva no llegaría a acabarse.

Al alarife Alonso Gonzales Beltrán se le dio la tarea, en 1564, de diseñar un gran templo con tres naves y capillas laterales. Pero su proyecto, inspirado en la catedral de Sevilla, resultó demasiado grandioso y costoso.
Cuando llegó el Virrey Martín Henríquez, en 1581, siendo Arzobispo de Lima, Toribio de Mogrovejo, dispuso que se hiciera una nueva catedral y en 1585 el arquitecto Francisco Becerra (nacido en Trujillo -España-, fallecido en Lima en 1605), que había hecho los planos de varias edificaciones en México y Quito, fue llamado desde el Cusco, donde, a la sazón, estaba trabajando, y se encargó de la construcción de la tercera catedral. Becerra hizo un nuevo plano (considerado para que sea el plano sobre el cual se base la catedral existente) que tomaba, en parte, como modelos a las catedrales de Jaén y de Sevilla. La primera tenía tres naves, como la de Lima, la segunda tenía cinco, pero hay puertas en los brazos del crucero, tres puertas en la fachada principal y un patio lateral llamado, como en la catedral de Lima, el patio de los naranjos, al cual se llega a través de la puerta lateral que está hacia la izquierda. El trazo definitivo de la catedral, hecho por el arquitecto Francisco Becerra, dio como resultado una iglesia de estilo renacentista, de planta amplia y con 3 naves grandes y dos capillas laterales.
En 1602 la iglesia era todavía “un bohío viejo, cubierto de paja con mucha indecencia” según una carta que Felipe III remitiera al Arzobispo Toribio de Mogrovejo en la cual le insta a que se apresure con el trabajo de la construcción.
En 1604 se inaugura la primera parte de la tercera Catedral. Cuando Becerra murió en 1605, solo la mitad de la iglesia estaba construida.
El plano final fue diseñado inmediatamente después del terremoto de 1606, aunque otro en 1609 amenazó con destruir la edificación integra dañando las bóvedas de la parte construida. Se llevaron a cabo discusiones sobre los mejores medios de defensa contra los movimientos sísmicos: el Arquitecto Jefe, Juan Martínez de Arrona, sostuvo la idea de bóvedas de ladrillo, pero varios miembros del Cabildo o Concejo Municipal consideraron que sería mejor cubrir el templo con madera. Cansados por la necesidad de encontrar la solución al problema, ellos nombraron a Bartolomé Lorenzo como Asesor de Arrona. Finalmente, en octubre de 1625, las naves de la parte principal de la tercera catedral fueron consagradas. La puerta principal (diseñada por Arrona) fue finalizada en 1632, y las torres en 1649. El terremoto de 1687 causó mucho daño a la catedral, y no obstante todas las precauciones tomadas en la construcción, el terremoto de 1746 vuelve a dañar la estructura y casi la reduce a ruinas precisándose de una nueva reconstrucción, gobernaba a la sazón el Virrey José Antonio Manso de Velasco, quien dispuso se levantara en el mismo lugar una nueva catedral en 1758. La edificación existente es una reconstrucción, que, por orden del Virrey José Antonio Manso de Velasco, emprendió -siguiendo los planos antiguos- el Jesuita Juan Rher (nacido en Praga), con la ayuda de un arquitecto mulato.
Rher aprovechó al máximo el uso de la madera y la quincha en las bóvedas de crucería, reedificó la portada renacentista de piedra y avanzó bastante la obra quedando las torres campanario inconclusas durante mucho tiempo.
La reconstrucción se llevó a cabo en tres partes, la primera culminó en 1755, la segunda en 1758 y la última en 1778. Entre los años 1794 y 1797 las actuales torres campanario de la catedral, que quedaron inconclusas, se reconstruyen siendo terminadas por el presbítero Matías Maestro.
En la torre izquierda está la campana llamada “la  Cantabria”, que pesa 300 quintales y se fundió en Lima. En la derecha “la  Purísima”, de 150 quintales, y “la Vieja”, de 55 quintales.
Esta catedral levantada por orden del Virrey José Antonio Manso de Velasco es la que se conoce, aunque es distinta, en muchos aspectos, a la que fue originalmente, debido a los terremotos y a las continuas reformas, tan es así que no es posible precisar, hasta hoy, su estilo de diseño arquitectónico, pues admitió una vez más restauraciones en 1822 y remozamientos en 1920 y 1941, en lo alto de su portada.
En su aspecto interior como en el exterior, la primera iglesia del Perú, que ostenta el título de basílica metropolitana, ha tenido muchos cambios notables. Se han ido mezclando así elementos barrocos, góticos, neoclásicos y románticos. Un cambio sustancial fue el traslado del coro al presbiterio así como el retiro de la mayoría de los altares barrocos y ornamentos que tenia originalmente. Estas transformaciones se iniciaron en 1804, de acuerdo con las corrientes neoclásicas imperantes en la época. En 1891, se trasladaron los supuestos restos del fundador de Lima a la catedral y se colocaron en la capilla de la adoración de los Reyes, la tercera de la mano izquierda, en donde reposaron hasta que se construyó el mausoleo en el cual, actualmente, se conservan los auténticos restos hallados en 1977.
Durante el siglo XIX, la catedral no recibió mantenimiento adecuado por lo que en 1893 se tuvo que cerrar debido a su estado ruinoso. En 1897 se hizo una nueva reparación que cambió el aspecto exterior de la catedral y en 1898 se inauguró la Catedral reconvertida en su interior. El 28 de mayo de 1921 se le confirió el reconocimiento como Basílica menor bajo el nombre de Catedral Basílica San Juan Apóstol y Evangelista.
El terremoto, de 1940 causó daños de consideración a la catedral y con este motivo se emprendió un trabajo total de restauración cuya dirección se encomendó al Arquitecto Emilio Harth-Terré, a cuyo conocimiento de la arquitectura colonial se debe la prestancia que ha readquirido la primera iglesia del Perú. En esta oportunidad se repuso la portada del Sagrario, pero al mismo nivel a que fue reducida la fachada en 1897.


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